La Rioja (España)

13 de enero de 2012

Mantis religiosa (Mantis religiosa)

La mantis religiosa (Mantis religiosa), también llamada santateresa, tatadiós, campamocha, madre víbora, mamboretá, cerbatana, usamico, comepiojos o matapiojos.


Este insecto toma su nombre por sus patas frontales tan prominentes, las cuales están dobladas y mantenidas juntas a un ángulo que sugiere la posición de oración. El nombre correcto del grupo más grande de estos insectos es Mantidae. Mantis se refiere al género mantis.
Es un insecto de tamaño mediano, con un tórax largo y unas antenas delgadas. Tiene dos grandes ojos compuestos y tres ojos sencillos entre ellos. La cabeza puede girar hasta 180º para explorar sus alrededores con dos ojos largos compuestos y otros tres ojos simples localizados entre el otro par de ojos más complejos. Sus patas delanteras, que mantiene recogidas ante la cabeza, están provistas de fuertes espinas para sujetar a sus presas. Puede ser de color verde o pardo con distintos matices. El color del adulto lo determina el del medio en el que habita durante su última muda (por ejemplo, amarillo, si se trata de paja seca, o verde, si es hierba fresca).
Es el único animal conocido que cuenta con un único oído, y lo tiene localizado en el tórax. Las hembras ponen cientos de huevos, y cuando nacen las ninfas tienen un aspecto muy similar (aunque obviamente más pequeño) al de sus padres.
Son animales solitarios excepto en la época de reproducción, cuando macho y hembra se buscan para aparearse. Cuando hay más de un macho cerca de una hembra, éstos se pelean y sólo uno se reproduce. Las hembras son mayores que los machos. En raras ocasiones, durante y tras el apareamiento la hembra se come al macho. "Resulta que desde antiguo, para estudiar el comportamiento de los insectos, se los mantenía en cautividad, en terrarios y similares. Al parecer, cuando las mantis están encerradas en un entorno pequeño, la hembra se come al macho en casi el 100% de los casos. Total, que lo que se describe en los libros está basado en observaciones en cautividad.
Los estudios de campo de los investigadores demostraban que en la naturaleza el porcentaje de hembras que se comen al "macho copulante" es muy muy inferior al observado en terrario.
Así pues, hacerlo lo hacen pero no es algo tan común como se suele pensar.

¿Por qué lo hacen?
Lo que se suele pensar es que la hembra aprovecha la situación para conseguir nutrientes que permitan un mejor desarrollo de sus "bebes". El macho "tonto" que se deja comer, estaría contribuyendo a que su descendencia salga adelante.
Las polillas, grillos, saltamontes, moscas y otros insectos son generalmente las presas de las mantis.

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